Hace cinco años un libro escrito por el antropólogo ayacuchano Lurgio Gavilán llamó poderosamente la atención de la opinión pública. La historia de un niño que fue parte de Sendero Luminoso y que luego sirvió en el Ejercito Peruano, combatiendo a quienes habían sido sus compañeros de armas, rompió con varias imágenes maniqueas y simplistas de la guerra civil que vivió el Perú, y en especial el campo ayacuchano. 

En esta edición del Arriero, Lurgio Gavilán nos habla de la segunda edición de Memorias de un soldado desconocido (IEP, 2017) que trae un epílogo que incluye las historias de Andrés, Vicente y Adela, quienes vivieron experiencias similares a la suya. Gavilán señala que en Ayacucho la gente quiere hablar "pero hay un silenciamiento total,  cualquier protesta que se hace, cuando se levantan los maestros dicen 'esa es la voz del terrorismo, es la música del terruco' te van callando". Él cree que su libro "aparece como una chispa para sentarnos a hablar, para hablar sobre lo que nos pasó, sobre lo que ocurrió".

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