La rebelión de Tupac Amaru (IEP, 2015) escrito por el historiador Charles Walker ha sido el segundo libro más vendido de la reciente Feria Internacional del Libro de Lima. Hecho que parece sorprendente, sobre todo por el olvido oficial en que el gran rebelde de nuestra historia se encuentra, en buena medida por haber sido el héroe central para la revolución velasquista de los años 70.

Con gran destreza narrativa, Walker no solo nos relata la gran rebelión de José Gabriel Condorcanqui, sino el desarrollo posterior a la misma luego de la terrible ejecución de Tupac Amaru, Micaela Bastidas y varios miembros de su familia en la Plaza de Armas de Cusco.


En una guerra los recursos son claves 

Uno de los aspectos más relevantes del libro, es el lugar central que jugó Micaela Bastidas, quien como señala Walker "tenía un papel fundamental en la logística... ella se quedaba en su base, Pampamarca, Tungasuca, en las alturas de Cusco, y aseguraba que tenían balas, tenían coca, tenían alcohol... mientras Tupac Amaru se movía entre esa base y el sur, y después a Cusco".  Walker considera relevante este rol y agrega que en general "en la historiografía peruana hace falta ver más la cultura material, que comían, que consumían".

El drama de un rebelde creyente excomulgado 

Otro de los aspectos que destaca Walker es la compleja relación entre la Iglesia Católica y Tupac Amaru, y el drama interior que significó para el rebelde la excomunión que le impuso el Obispo de Cusco Moscoso y Peralta "un personaje fascinante de la historia peruana" que según el autor lo convierte a los ojos de los demás en "un hereje". Pero además "obliga a sus curas a quedarse en la zona rebelde, y esto hace que los rebeldes nunca controlen la zona cien por ciento, porque Tupac Amaru es incapaz de atacar una iglesia y nunca permite que toquen a un cura".

El proyecto de genocidio cultural de Areche

De otro lado Walker muestra el debate entre los realistas sobre qué política debían asumir los realistas, una vez derrotada la rebelión, debate que luego proseguirá entre liberales y conservadores sobre la población indígena al inicio de la República. Del lado de los duros, el Visitador Areche "tiene una visión devastadora, de no permitir el quechua, de obligar que sean españoles". Pero según el autor "el genocidio cultural es imposible...el quechua sobrevive, se sigue leyendo a Garcilaso, los famosos bailes y música inca siguen".


La importancia de la rebelión y cómo enseñarla en la escuela

En un tiempo en que la rebelión de Tupac Amaru ocupa un lugar poco importante en la currícula escolar es fundamental recordar su importancia. Para Walker, "Marca mucho la ruptura con España. El busca algo muy distinto a San Martín y Bolivar y otros heroes peruanos, pero es y comienzo, una ruptura del pacto social y del orden colonial".Además "es un icono y un héroe".

Sobre qué contenidos trabajar en la escuela, el historiador señala que "hay que trabajar con él y con Micaela...Y ver que es alguien que repensó el Perú, buscó una alternativa y dirigió un movimiento con diferentes caminos". Además agrega que hay que "trabajar la segunda fase... donde es cuando los españoles piensan que ya perdieron. De Potosí a Lima piensan que van a perder". Y por último "la misma experiencia de Tupac Amaru".

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