La Urrestiología esta de moda. Todos los analistas tratan de dar explicaciones sobre la naturaleza y las características del personaje. Sobre su futuro político y lo que representa. Si ayer comentábamos las opiniones de Pasquel, Pedraglio y Mariategui, hoy tenemos nuevos aportes para el debate sobre el presente y sobre el futuro político del dicharachero y mediatico ex ministro.

Así Carlos Meléndez intenta avanzar en la caracterización de Urresti, y siguiendo a su colega Julio Carrión lo caracteriza como un político antistablishment que "como otros políticos peruanos –Fujimori en los noventa, Humala como candidato y hasta cierto punto presidente–, se mueve en los “bajos mundos” de la crítica al “sistema”. Pues el desprestigio endémico de nuestra política genera incentivos para quienes practican una diatriba afanosa; aunque habitualmente perpetúan el mismo “sistema”.

Pero esto último parece no preocupar mucho a sus simpatizantes, que solo se fijan al enemigo elegido por Urresti que sería "a la élite tradicional, los “dueños del Perú”, “los que nunca pierden”. O a quienes los defienden a capa y espada como el alanismo del siglo xxi o el fujimorismo. Aunque esto último puede sonar contradictorio porque como el mismo Melendez señala Fujimori también era un politico "antistablishment".

Carlos Tapia, mucho más preocupado por las elecciones del 2016, identifica al ex ministro con otro personaje de nuestra historia política, de corta pero intensa vida. Por ello señala que "Urresti se vende como el nuevo Sánchez Cerro que en 1931 derrotó a Haya y calificaba a los apristas como “ratas inmundas”.

El ex asesor de Ollanta Humala agrega que el aporte electoral de Urresti al nacionalismo esta garantizado ya que "Le quitará votos a Keiko porque sus simpatizantes admiran a este tipo de políticos, criollos, audaces y furibundos antiapristas. Le permitiría al nacionalismo sobreviviente contar con una veintena de congresistas en el 2016". Lo cual debería ser razón más que suficiente para que el Presidente Humala lo convierta en su candidato presidencial.

Quizá por ello es que Juan Carlos Tafur afirma -con la contundencia que lo caracteriza- que "el Presidente se ha embarcado en la pre campaña, probablemente preparando el terreno para la candidatura de su engreído Urresti. “Yo manejo el tabladillo al 2016, tú encárgate del gobierno” parece haber sido la consigna conyugal que anticipa cómo va a ser el ramo final del mandato humalista."  Veremos si en el camino no se produce un nuevo cambio de ubicación en el mando y el comando de este sinuoso gobierno.

Menos sofisticado en su análisis Juan Carlos Ruiz, agrega un punto que no se ha mencionado hasta el momento en los análisis sobre Urresti cuando menciona que "convertirse en la Magaly de la contienda electoral no le asegura un triunfo a Urresti ..., pero su participación sí le restaría una buena cantidad de votos a los demás, lo que podría cambiar la fotografía final al momento de llegar a la meta". ¿Gran elector en el 2016?  Quizás exagere Ruiz, pero sin duda, quienes tienen claro que esto podría ocurrir son los compañeros de Alfonso Ugarte, para quienes la guerra con Urresti continua.

Que tengan un buen fin de semana...nos vemos el lunes.