Opiniones de hoy: Consejos (imposibles) para Ollanta Humala
A pesar de los ataques destemplados de cierto sector de la prensa al gobierno por lo que ayer Juan Carlos Tafur calificaba como una "una nueva rendición del estado peruano", en relación al conflicto de Pichanaki, hay quienes como Carlos Meléndez ironizan sobre la transformación del presidente Humala afirmando que "el establishment político y económico del país debiera sentirse contento. El otrora amenaza radical –“chavista”, “velasquista” y “antisistema”, que tanto miedo produjo a la Bolsa de Valores y al “clima de negocios” de la capital– es hoy el más acérrimo defensor de las inversiones o el “desarrollo del país”". Y a pesar de eso no le creen al pobre.
Pero no todos piensan así, hay quienes como Irma Montes que creen que en el fondo, el presidente sigue conspirando contra la inversión, de la mano, ¡oh sorpresa!, del ministro Eleodoro Mayorga, quien pareciera compartir con el jefe de estado ciertas dotes camaleónicas: "La valentía y la adrenalina del baño de populismo no le duró mucho al ministro, pues a su vuelta, desde la seguridad de su despacho capitalino modera su retórica y cambia como del polo a la corbata. Lo que encima confunde y arriesga el accidentado proceso de diálogo. ¿La jugada de Antauro empujará a Ollanta a la gran transformación o juegan en pared?". El papel aguanta todo.
En cambio, hay quienes generosamente le dan consejos al presidente. Es el caso de JJ. Garrido que le recomienda: "apartar definitivamente a la primera dama de cualquier acción gubernamental", "cambiar a la premier y a los ministros cuestionados", "explicar cuáles serán las principales políticas de los últimos meses, y cómo será la transición en el 2016", y "entregar la supervisión y la auditoría de los servicios de inteligencia a terceros, profesionales independientes". Difícil lo primero, sencillo lo segundo- salvo en el caso de Ana Jara-, fácil pero vano lo tercero y complicado legalmente lo último.
De otro lado Juan Carlos Tafur hace menos recomendaciones, aunque igual de complejas: "cambiar ministros", "asegurar una mayoría congresal", y "un shock institucional de seguridad, incluyendo un paquete legislativo radical y una reestructuración a fondo de la Policía".
Lo primero es lo que más ha hecho Humala durante su gobierno, lo segundo no hay cómo ni con quién, y para lo tercero no solo habría que sacar a Urresti del gabinete, sino poner un ministro avalado por el aprismo y el fujimorismo, y eso es lo último que haría no solo Humala, sino cualquiera que estuviera en su lugar, a las puertas de un proceso electoral.