Ganar tiempo para seguir haciendo negocios
PPK afirmaba ayer por la mañana con mucha seguridad que no renunciará, y en su pelea contra el tiempo –y lo que pueda declarar Jorge Barata a los fiscales la semana entrante– su entusiasmo se sostiene en dos temas: el debilitamiento del liderazgo de Keiko Fujimori al interior de Fuerza Popular, que ayer tuvo una nueva baja con la salida de Lucio Avila de su bancada y el cierrafilas de las fuerzas políticas –con la excepción de la izquierda– en torno a su poco diplomática decisión de anunciar que Nicolás Maduro no es bienvenido a la Cumbre de las Américas.
Sin embargo, ayer por la tarde, y por donde probablemente menos lo esperaban, PPK y sus aliados –Kenji y Alberto– sufrieron un revés con la decisión de la sala que ve el caso Pativilca de mantener en el proceso al indultado Alberto Fujimori, tumbándose así el derecho de gracia que tan generosamente le había otorgado el presidente a cambio de haberlo salvado de la vacancia en diciembre pasado.
La pregunta es si al jefe de Estado se le moverá la ceja ante esta decisión, que sin duda lo deja mal parado, o si simplemente dirá que el gobierno respeta al Poder Judicial y dejará caer a su aliado de turno, como ya ha hecho en otras ocasiones, habida cuenta que la única lealtad de PPK parece ser consigo mismo.
Lo que queda claro es que la única preocupación del presidente de la República es ganar tiempo para prolongar su permanencia en el cargo el mayor tiempo posible. Poco importan el país, la justicia, las políticas públicas, la reconstrucción del norte, la violencia contra mujeres y niñas, y la larga fila de problemas que afectan al país. A él solo le interesa seguir haciendo negocios.