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Dos ideas para el Acuerdo Nacional

Publicado: 2016-12-27

La reunión del Foro del Acuerdo Nacional nos ha hecho recordar la existencia del Acuerdo Nacional, sus virtudes y sus debilidades. Sobre estas últimas van estas dos ideas para animar el debate e ir más allá de la coyuntura, que convertirá la reunión de hoy en  noticia de "periódico de ayer", como cantaba Héctor Lavoe.

1) Revisar la composición de sus miembros: como sabemos el Acuerdo se creó durante el gobierno de Alejandro Toledo, en el contexto de la transición post fujimorista, y en buena medida la composición del Foro del Acuerdo Nacional responde a la época en la que fue creada, sobre todo en lo que se refiere a las organizaciones de la sociedad civil, entre las que se encuentran la Confiep, la CGTP, la Conferencia Episcopal Peruana y el Concilio Nacional Evangélico del Perú, junto con otras como la Sociedad Nacional de Industrias, el Consejo Nacional de Decanos de Colegios Profesionales, la Mesa de Concertación para la Lucha contra la Pobreza, la Convención Nacional del Agro Peruano, la Junta Nacional de Usuarios de los Distritos de Riego del Perú y la Coordinadora Nacional de Frentes Regionales. Organizaciones de distinta naturaleza y con niveles de representatividad que en algunos casos pueden ser bastante discutibles. 

Por otro lado, los partidos políticos que participan son los seis partidos que han logrado representación congresal. Esto genera una situación un poco curiosa porque hay otras organizaciones políticas que aunque no tienen bancada existen, tienen vida orgánica e incluso algunas se mantienen inscritas en el registro de organizaciones políticas, y, lo más importante, tienen opinión y presencia en el debate político nacional, pero como no tienen asiento en el Congreso tampoco tienen asiento en el Foro del Acuerdo. 

2) Establecer un mecanismo de seguimiento al cumplimiento de las Políticas de Estado: como sabemos, el principal producto del Acuerdo Nacional son las 34 políticas que responden a sus cuatro grandes objetivos: Democracia y Estado de Derecho, Equidad y Justicia Social, Competitividad del País, y Estado Eficiente Transparente y Descentralizado. Lo que uno constata al dar una rápida revisión a las políticas es que muchas de ellas siguen siendo letra muerta o simple expresión de la buena voluntad de las partes. 

Y es que parte de la escasa legitimidad del Acuerdo Nacional tiene que ver con el incumplimiento de las políticas, ya que si no se cumple lo que se firma, por qué la ciudadanía va a creer que lo que se dialogue y acuerde en dicho espacio vaya a tener algún efecto concreto y real en sus vidas, o en el funcionamiento del Estado. Es cierto que es díficil para el equipo técnico del Acuerdo señalar con el dedo al gobierno de turno o a los partidos en el Congreso, pero algún tipo de mecanismo habría que establecer para que alguien pueda decirnos si las políticas de Estado avanzan o no.





Escrito por

El Arriero

Javier Torres Seoane: Antropólogo de profesión y comunicador de oficio.


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Un blog de Javier Torres Seoane