El imaginario sobre la Amazonía peruana está muy marcado por dos imágenes contrapuestas: aquella del espacio vacío que hay que colonizar aprovechando sus riquezas, tan presente en las elites, versus la idea, cada vez más común de un territorio poblado por pueblos indígenas que viven en armonía con la naturaleza y son los celosos "guardianes del paraíso". Estas dos visiones contrapuestas y antagónicas son el substrato de diversos debates académicos y políticos, y tienden ambas a ignorar un dato clave: la historia.

Es por ello que la publicación de "El Bosque Ilustrado. Diccionario Histórico de la Fotografía Amazónica (1868-1950)", que es producto del esfuerzo conjunto del reconocido antropólogo francés Jean-Pierre Chaumeil y del joven historiador peruano Juan Carlos La Serna, es una noticia que hay que aplaudir, a la vez que saludar el apoyo de IFEA, CAAAP, CNRS y la PUCP para publicar este trabajo luego de -como señala La Serna- "diez años de pesquisa, en archivos, colecciones privadas, coleccionismo propio, revisión en la web para poder tener un corpus con el cual elaborar un diccionario".

La Serna considera que la investigación amazónica desde la historia ha sido un tema absolutamente marginal: "Recuerdo cuando era estudiante y empecé a trabajar en la Amazonía, lo primero que me dijeron es no hay archivos. Pero evidentemente eso es una falacia, es una imagen que hemos construido desde la Academia" . Y agrega: "A lo largo del período republicano ha habido una serie de iniciativas estatales, científicas, privadas por incorporar el territorio y a la población a un proyecto nacional" esto es lo que explica que exista "una cantidad inconmensurable de fuentes textuales, iconográficas para estudiar la historia de la Amazonía y de los pueblos amazónicos"

Por eso La Serna afirma que "frente a estas imágenes exotizantes del territorio, un bosque inhóspito y una población siempre vista como salvaje encontramos que hay una narrativa y un correlato iconográfico que se están confrontando: La imagen científica de finales del XIX e inicios del XX está clasificando pueblos indígenas y por tanto está generando imágenes, pero también está el otro discurso la amazonia posible, que son los continuos esfuerzos estatales por incorporar la Amazonía al proyecto nacional, a través de exploraciones, navegantes, caminos, proyectos de ferrocarril, colonización y por supuesto la posibilidad de convertir al indígena en un sujeto ciudadano, al menos en la retorica".

El "Bosque Ilustrado" se enmarca en una aproximación distinta donde como resalta La Serna se trabaja "la fotografía como fuente para reflexionar discursos proyectados desde la academia, desde el Estado", así como para estudiar y analizar  "el impacto que tiene, mucho más allá de los discursos que se quedan en círculos cerrados , ya que la fotografía proyecta a otros públicos iniciativas desde diverso tipo, y eso ha sido en el caso especifico de la Amazonia desde que el Estado comenzó a producir fotografías de la selva y utilizó estrategias de publicidad....y a la larga terminó construyendo el imaginario que tenemos nosotros de la Amazonía". 

El trabajo de Chaumiel y La Serna asume una perspectiva crítica al esencialismo que existe en relación a la población amazónica "ese sería el gran aporte de la historia amazónica: hacer una reflexión procesual del proceso regional que incorpore tanto a las poblaciones indígenas pero también a los otros amazónicos, poblaciones colonas que tienen cien años en la Amazonía, pero que muchas veces no son reflexionadas dentro de los trabajos e intereses académicos, que muchas veces esencializan la Amazonía en términos de pueblos indígenas".

Sin lugar a dudas "El Bosque Ilustrado" nos permite una aproximación distinta a las visiones habituales que tenemos de la Amazonía. Y abre diversas pistas para el trabajo de investigación sobre una región que merece mayor atención.