El anuncio del exministro del Interior de su inscripción como militante del ¿Partido? Nacionalista, ha servido para mantenerse como un tema central de las columnas de opinión.  Juan Carlos Tafur considera que las tres principales víctimas de la anunciada incursión electoral de Urresti, son Alan García y Keiko Fujimori -lo cual no es ninguna novedad- pero también Alejandro Toledo. 

Por ello Tafur se pregunta "¿Será por ello que corre fuerte el rumor de que Toledo desis­tirá de postular y que respaldaría al candidato nacionalista?". En todo caso será la excusa perfecta que necesita el chamuscado expresidente para evitar una postulación que solo lo llevaría a pelear por el quinto o sexto puesto, probablemente lejos del 15% que lo dejó en cuarto lugar el 2011.

Enrique Castillo se hace varias preguntas que deja flotando, tales como ¿Urresti es la persona más adecuada para representar a aquellos que, por su convicción en el respeto de los derechos humanos o su lucha anticorrupción, se distancian de Alan García o de Keiko Fujimori, y ahora de Nadine Heredia? o ¿todos aquellos que se sintieron traicionados por el candidato Ollanta Humala votarían por el nacionalismo, aunque esté encabezado por Urresti? 

Aunque el columnista de Perú 21 no ensaya respuesta alguna, resulta difícil imaginar que esto ocurra, sobre todo porque, como señala Aldo Mariategui Urresti "es un militar conservador, pero con preocupación social ...es más como un Odría, ese dictador militar populista de derecha que hizo tanta obra pública para los pobres e incluso creó la participación obrera en las utilidades".  

Es difícil que la izquierda traicionada por Ollanta Humala, apoye a cualquiera que se proponga como el sucesor del actual presidente, del cual son férreos opositores. Y resulta casi imposible imaginar al Nobel Mario Vargas Llosa respaldando a Urresti el 2016. Pero lo que si es posible y real es que la base sobre la cual el exministro puede construir una candidatura es ese nicho duro de 20% que aprueba la gestión del Presidente Humala.