Las recientes declaraciones del hombre fuerte de Minera Buenaventura, Roque Benavides Ganoza sobre su eventual incursión en la política, pone de manifiesto la necesidad de un sector del empresariado nacional de intervenir directamente en la arena electoral, y hace que quienes seguimos la coyuntura, nos preguntemos por la viabilidad de esta apuesta.

Una primera respuesta la ha dado Pedro Tenorio en su columna "Y Roque... ¿va o no va?" en la que afirma que "En un país donde ser considerado "el candidato de los ricos" –y además parecerlo– es de por sí un lastre, lo más probable es que aun disponiendo de un financiamiento millonario, corra el riesgo de no pasar de la primera vuelta, tal como ha sucedido en la última década con aspirantes mucho más carismáticos como Lourdes Flores y Pedro Pablo Kuczynski".

Esta parece una verdad grabada en piedra. Sin embargo, si bien los "antis" pesan mucho, también es cierto que tanto Flores Nano como PPK no llegaron a la segunda vuelta por sus propios errores. El problema no es el mote, sino la capacidad de un candidato de hacer una campaña que logre vencer todos los obstáculos y ataques que sus contendores y los medios de comunicación le van poniendo en el camino. 

De otro lado, José Alejandro Godoy ha publicado "Roque Benavides, CEO Perú S.A", apuntando tres obstáculos con los que deberá enfrentarse el conocido empresario. El primero es el ya mencionado por Tenorio, el segundo es que Roque Benavides "solo habla para los convencidos" -del modelo económico, se entiende- y por ultimo "Yanacocha", en el que Godoy combina dos temas: de un lado lo conflictiva que ha sido la ejecutoria de dicha empresa en Cajamarca y de otro lado, el discurso que Benavides tiene sobre "conflictividad social, consulta previa y conexos" -a mi entender, parte del segundo obstáculo-.

Aunque comparto la percepción de Godoy sobre el conservadurismo de Benavides en materia económica y minera, existe un importante sector del país que esta convencido que el modelo económico es un éxito y que es lo mejor que le ha ocurrido al Perú en muchísimo tiempo. Este mismo sector tiene la percepción que los políticos profesionales no sirven para nada, y que los recientes escándalos de los ex presidentes Toledo y García, y de la fallida repartija en el Congreso, confirman esa idea. En esa medida no sería extraño que una parte del electorado este dispuesto a darle su voto a un empresario. 

Aunque mi pensamiento esté muy lejos del de Roque Benavides, es por estas razones que su posible candidatura podría llevarlo más lejos de lo que algunos piensan, y es bueno recordar que en la política peruana (casi) todo puede suceder.